La brevedad, como concepto, es algo que ha ido adquiriendo cada vez mayor importancia a lo largo de la historia.
En nuestra sociedad actual y a con la celeridad con la que nos vemos obligados a transitar por esta vida, todo es breve, demasiado breve. El despertar de cada mañana, el desayuno, la despedida de nuestra familia , los momentos que podemos dedicar a nuestros seres queridos...
Pero este no es el matíz al que quiso referirse Shakespeare. La brevedad en otros contextos es altamente recomendable . ¿Quién no ha sentido alguna vez que le estaban robando su tiempo ante personas cuyo discurso parece un "mantra" ?. Las cosas importantes, normalmente tienden a ser momentos breves en nuestra vida, pero que se quedan fijados para siempre en nuestra mente.
Y ¿Qué duda cabe que "de un pensamiento breve surge una genialidad"?. Todas las grandes obras y pensamientos han tenido su génesis en un breve chispazo de ingenio, otras veces en la locura. Porque el ser humano en su búsqueda de la perfección es capaz de avanzar a muchas velocidades.
Usemos la brevedad para la genialidad y liberemos tiempo para los sentimientos, porque éstos no tienen porqué ser breves.
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