martes, 27 de enero de 2015

El Tesoro de la Bahía de Guanabara

Hay ciudades en el mundo que tienen una belleza singular. Una de ellas es Río de Janeiro.
De espectacular encanto natural, es única por su geografía.

De la bahía de Botafogo a la playas de Ipanema y Leblón , se despliega un amplio panorama de contrastes . La parte baja de la ciudad es el dominio de la gente adinerada y en lo alto se despliega un abanico humano  de clases sociales , siempre mirando hacia abajo, con la esperanza de llegar alguna vez a "la playa".

Porque Río de Janeiro es esplendor natural, vistas incomparables, garotas, hermosas playas, pero también frustraciones, deseos no cumplidos y violencia desesperada...

Quizás algún día ya no exista esa dualidad de "favelas" y "barrios ricos" , pero sin duda lo que nunca cambiará será  el Corcovado, el Pan de Azúcar y la Avenida Atlántica con Copacabana, lugar donde dieron sus primeros toques de balón muchos de los famosos futbolistas del país. Porque en esta ciudad , bendecida por Dios , no hacen falta demasiadas cosas para sobrevivir : clima benigno que cobija a los desheredados, mangos y naranjos en las calles , campos de fútbol en la arena. Sólo hace falta un balón para triunfar ...

Con todas sus penas y glorias, para mí , Río de Janeiro  es una de mis ciudades favoritas.






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