Cuando menos te lo esperas , te ocurren cosas... Unas buenas, otras malas . Nuestro diario periplo por la vida es como es como un día de primavera en el que podemos experimentar todo el abanico de climas.
Podemos amanecer con sol porque nuestro ánimo está radiante ese día. Pero poco a poco asoman los nubarrones en forma de conflictos y el día se torna gris y lluvioso.
Cae la tarde y tal vez vuelvan a asomar los últimos rayos de sol que den un poco de tibieza a nuestra existencia alejando la tormenta.
Y por la noche , en medio de nuestra soledad , nuestra eterna guardiana : la luna. Mira al cielo...
Cuando menos te lo esperas, aparece una estrella fugaz.
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