Una perra lleva casi dos años esperando en el hospital a su dueño que jamás volverá
La fidelidad de los perros es a prueba de bombas. Da igual que haga frío, que llueva o que pasen muchos años: si nuestro can nos ama, no nos olvidará nunca.
Un ejemplo de esta lealtad sin límites es la historia de Masha. Esta perra mestiza acompañó hace casi dos años a su dueño al hospital de la ciudad de Novosibirsk, en Siberia (Rusia). Su amo se empezó a encontrar mal y decidió acudir a pedir ayuda médica acompañado de su mascota. Él fue ingresado y Masha no volvió a saber nada más de él, ya que falleció a las pocas horas.
Desde entonces, la perra siempre está esperando en la recepción a algo que jamás ocurrirá. Solo sale del hospital por las noches, para volver a casa de su dueño. Parece que quiere proteger el hogar al que una vez perteneció, una misión que repite todos los días.
Masha se ha vuelto muy popular entre los trabajadores del centro. Médicos y enfermeras se preocupan de que siempre tenga una cama mullida, un plato con comida y otro con agua. Y por supuesto le acarician y le dan mimos para que su eterna espera sea lo más confortable posible.
Incluso una trabajadora quiso adoptarla. Se la llevó a casa pero a las pocas horas el animal se escapó y volvió al hospital para esperar a su verdadero dueño. Desde entonces, todos los trabajadores saben que van a tener que convivir con Masha hasta que ella quiera.
Noticias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario