Quien quiera experimentar realmente la soledad, el silencio,la inmensidad y el desasosiego, tiene que hacer la ruta de Las Vegas a Yosemite pasando por Death Valley.
Es recomendable salir desde Las Vegas lo más temprano posible porque el calor puede ser sofocante en las primeras horas del viaje. (45º y hasta 50º en algunos puntos). Tomamos la US 95,aprovisionados de muchas botellas de agua,combustible y con el aire acondicionado al máximo. Se abre ante nosotros un desierto en toda regla. El paisaje es una mezcla de desolación y emoción. Desolación porque lo primero que pensamos es: ¿Y qué vamos a hacer si nos ocurre algo? y de emoción porque estando en este lugar de paisaje infinito, ocre y rojizo, nos sentimos los amos del mundo. Seguramente el ser humano más cercano a nosotros se encuentre en esos momentos a muchos kilómetros de distancia.
Rectas interminables, espejismos, soledad... El camino a Yosemite es de unas 10 o 12 horas y estamos en la parte más dura. Yendo hacia Amargosa Valley vemos el amanecer. Detenemos el coche y nos bajamos para experimentar quizás el silencio más grande que hayamos vivido nunca. Nos sentimos pequeños e indefensos . Allí la naturaleza es la que manda y estamos en sus manos, pero realmente uno llega a no poder contener la emoción. Es más impresionante de lo que imaginábamos. El calor empieza a apretar, decidimos continuar hasta Death Valley Junction. En una distancia de más de 300 km no nos cruzamos con nadie. Esto nos produce aún más inquietud y decidimos no adentrarnos hacia Badwater Basin (laguna de sal que es punto más bajo de América) continuando hacia Yosemite para llegar al atardecer.
Un poco más adelante nos encontramos un camión que ha volcado en la carretera y como en las películas, está el "Sheriff del condado " con su coche tan característico, intentando prestar ayuda.
Ya es la hora de comer. Consultamos el GPS y la población más cercana es Benton. Nos dirigimos hacia allí. El paisaje empieza a cambiar, ya no es tan árido y empieza a asomar la vegetación.
Cuando llegamos a Benton nos damos cuenta de que estamos en la "América profunda". Es un pueblecito de 280 habitantes.Tiene una gasolinera que hace también de restaurante,supermercado y taller . La calle unica y principal está desierta y los rastrojos se desplazan empujados por el viento.
En el surtidor de gasolina está aparcado la típica camioneta Ford Pick-up con un enorme perro que ladra constantemente ,sentado en la parte trasera.
Entramos en el restaurante. Hay varios comensales degustando enormes jarras de cerveza y descomunales hamburguesas. Las mesas son de madera, al estilo de las mesas de pick-nic de los parques. Por supuesto no pueden faltar los manteles de cuadros rojos y blancos y la típica camarera con el bolígrafo detrás de la oreja y una pequeña libreta para tomar nota del pedido. Enseguida entendemos que la carta es muy limitada y nos conformamos con las susodichas hamburguesas con patatas fritas, con aceite de no sabemos qué.
Al acabar de comer ,pasamos por la parte del supermercado y vemos unas enormes bolsas de carne salada , como la que vendían en las tiendas del Lejano Oeste. Todo se vende por enormes cantidades, dada la necesidad de aprovisionamiento de poblaciones tan distantes unas de otras. Todo es como en las películas.
Nos vamos hacia el coche pensando en que ya hemos pasado "lo peor" o tal vez ¿lo mejor? de una experiencia única como es pasar por Death Valley.
En un par de horas estaremos entrando en el parque de Yosemite ,después de haber vivido un día que nunca olvidaremos.
Death Valley |
Benton |
Mapa de la zona |
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