martes, 8 de julio de 2014

Un viaje por Estados Unidos (Costa Oeste) Parte 1 Los Angeles

Todos hemos soñado alguna vez con un maravilloso viaje por la Costa Oeste de Estados Unidos circulando en un descapotable " Mustang" ( el coche de los turistas según los americanos).

Nuestro periplo comenzará en el descomunal aeropuerto de Los Angeles , uno de los de mayor tráfico del mundo . Al llegar al control de pasaportes nos encontramos al típico aduanero de las películas, quién después de observarnos  en repetidas ocasiones y hacernos unas cuantas preguntas estampará finalmente su sello en nuestro pasaporte. Superada esa barrera ,pasamos al segundo escollo, que es la recogida de las maletas. Las medidas de seguridad son tan extremas que los aeropuertos norteamericanos parecen "cadenas de montaje" en las que las piezas son los pasajeros que perfectamente alineados acatan todo tipo de órdenes sin rechistar.

Cuando por fin conseguimos salir de la "zona roja" tenemos que montarnos en una autobús que nos llevará al área en donde se encuentran todas las agencias de alquiler de coches.
La empleada de turno se muestra poco "amistosa" porque al aparecer nuestro inglés no es lo suficientemente bueno como para que merezcamos otro tipo de trato.Ya sabemos que está es una asignatura pendiente que tenemos todos los españoles.

Aun así ya hemos conseguido nuestro coche descapotable y olvidamos enseguida los sinsabores de la llegada y el cansancio del viaje. Nos dirigimos hacia el centro de la ciudad, provistos de un GPS que habla un español con acento "chicano" y al que inmediatamente bautizamos como "Reme".
Nos lanzamos a la aventura de conducir por una ciudad pensada para los coches y no para las personas. Nos adentramos en un nudo de autopistas que nos llevarán hasta el Downtown (zona de los rascacielos ) donde se encuentra nuestro hotel .
En la planicie se adivina una ciudad muy extensa con enormes barrios de casas bajas y avenidas interminables. No es una ciudad para pasearla .De hecho el coche resulta imprescindible porque el transporte público es casi inexistente.

Al llegar al Downtown , en  Figueroa Street nos aguardaba una sorpresa : un rodaje de una película policíaca   en todo su esplendor , con efectos especiales ,coches explosionando y un montón de extras vestidos de policías. Era difícil distinguir entre realidad y ficción. Por lo visto es bastante frecuente encontrar calles cortadas por rodajes de películas, ya que toda la ciudad es un  "plató".

Después de disfrutar de este espectáculo inesperado llegamos por fin a nuestro hotel.
Es sábado por la tarde y estamos ansiosos por pisar las calles .Además necesitamos un café que nos reanime y nos ayude a adaptarnos lo más pronto posible a la diferencia horaria.

El centro de la ciudad está desierto y sólo podemos encontrar un Starbucks a punto de cerrar (son las seis de la tarde). Los empleados son mexicanos y enseguida entablamos conversación.Nos explican que en el Downtown los fines de semana no quedan más que los turistas de los hoteles .

De vuelta hacia el hotel ya empieza a anochecer .Nos impresiona la soledad de las calles y nos viene a la mente una de las muchas películas americanas en las que se ven enormes ciudades desiertas que por las noches son tomadas por "homeless" con sus carritos de supermercado.

En Estados Unidos todo  es siempre como en las películas... 
Pero, mañana será otro día ,con nuevas caras y nuevos lugares.




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