Aunque tan sólo soy un adolescente, a veces me pregunto qué es lo que veo cuando me miro en el espejo.
Si reflexiono un instante y pienso en lo que hay a mi alrededor en mi vida diaria, podría empezar diciendo: que cuando me miro en el espejo, cosa que hago en no pocas ocasiones, veo un cuerpo con una vida propia que a su vez es la suma de otros pequeños organismos que nacen ,viven y mueren continuamente.
Estos seres están en todos los cuerpos y en todas partes y dentro de ellos habitan el sufrimiento ,la pobreza, la violencia ,el racismo, el maltrato, el amor y el desamor.
Pero, ¿Cómo puede ser que este gran cuerpo funcione correctamente si aquéllos que cumplen las tareas más importantes estén cargados de sentimientos encontrados que muchas veces no puedo dominar?.!Yo no quiero ser así!.
Es la permanente contradicción en la que vivo como adolescente mi día a día. Me siento traicionado...
Y de repente de forma inesperada, acuden a mi mente " los engranajes" que ponen en movimiento todo mi ser ,que se convierte en un lugar donde aún hay sitio para el futuro, la esperanza, la solidaridad, el amor y el compromiso. Me veo de otra forma. !Estoy de subidón!
Mi mundo no se acaba, ésta es sólo una situación transitoria. No me ocurre nada grave, mis problemas "no son problemas".
Mañana lo veré todo mucho más claro y entonces volveré a ser "El rey del mundo".
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