¿Para qué me sirve escribir?, me preguntó un niño de 6 años hace mucho tiempo...
Por aquel entonces ya era un tremendo conversador que dominaba el lenguaje con una maestría que superaba a la media de su edad y que por el contrario aborrecía la escritura porque no le permitía expresar con la rapidez que él deseaba todo aquello que pasaba por su "cabecita inquieta".
En un primer momento no supe bien qué contestar .Aunque me encantaba su desparpajo , me preocupaba su falta de interés por una alternativa tan bonita como la escritura que le permitiría también comunicarse con los demás. Entonces se me ocurrió una respuesta que si bien no solucionaba su problema de forma inmediata podría significar el principio del camino .
¿Te gustan tus libros de aventuras y tus tebeos?, pregunté. Ante su respuesta afirmativa le comenté que por un momento se imaginase que el autor de esas historias con las que tanto disfrutaba , hubiese tenido ese mismo sentimiento. Entonces,le habría privado de todas esas bonitas historias con las que se quedaba dormido y soñaba cada noche...
Enseguida vino la siguente pregunta : y ¿Qué puedo hacer yo?.
-Tú puedes hacer lo mismo que hace un escritor, le contesté : transmitir sentimientos, hacer volar tu imaginación y plasmar en un papel todo aquello que expresas tan bien verbalmente. Pero, para poder escribir no sólo hacen falta algunas cosas materiales sino también simples actitudes : tranquilidad, constancia, ilusión y alguien a quien dedicar nuestros pensamientos. Todo lo demás viene solo, desde nuestro corazón, y nos devuelve la paz interior que siente aquél que sabe que lo ha dado "todo" pero que no le falta "nada".
Y así, nació de aquella mente infantil, con un cuadernillo artesanal y un boligrafo rojo "Un perro llamado Gol y otros cuentos". Luego, con el tiempo vinieron otras historias y una gran avidez por leer y escribir más y más.
Pero el gran logro de toda esta cuestión es que los dos aprendimos que desde nuestra humilde literatura
podemos conseguir que muchas personas recuperen las ganas de vivir o simplemente se levanten cada día con la esperanza de que hayamos escrito algo nuevo que les pueda alegrar el día.
De eso se trata y para eso nos sirve escribir,
Y en ello estamos...
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