Algunas ciudades pasarían desapercibidas en el recorrido de cualquier viajero si no fuera porque guardan en su seno algún tesoro especial. Tal es el caso de la ciudad de Agra , intensamente contaminada y mísera pero que guarda en su interior una de las nuevas siete maravillas del mundo : el Taj Mahal.
Así es como Arjumand se convierte en la cuarta esposa del emperador y adopta el nombre de Mumtaz Mahal "la elegida del palacio".
A partir de ese momento no existirá otra esposa para Sha Jahan . Considerada como la más bella y de gran inteligencia, le acompañará a todas las campañas militares y de dará 14 hijos. Precisamente en este último parto y en medio de una batalla en la meseta del Decán fallece Mumtaz Mahal .
Desesperado , Sha Jahan decide construir para su amada una tumba digna de cualquier emperatriz en las orillas del río Yamuna y con los mejores mármoles y piedra preciosas de todos los rincones del imperio : mármol blanco,cristal,coral,malaquita,ámbar, amatistas. La construcción se desarrolla durante 22 años y en ella participan más de 20.000 obreros. ¿Amor o locura?.
Quiso el destino que el príncipe heredero Aurangzeb se rebelara contra su padre para arrebatarle el poder. Mandó hacerle prisionero en el fuerte Rojo de Agra situado al otro lado del río.
Desde la ventana de su celda divisaba el Taj Mahal. Sha Jahan murió triste y destronado pero contemplando su obra : una obra cuyo origen estaba en la locura de haber perdido a su esposa pero su fin era honrar a la mujer a la que siempre había amado .
Historia verdadera o leyenda , lo cierto es que la humanidad disfruta de la belleza de este monumento funerario. Nada es comparable a la sensación de sentarse a contemplarlo al atardecer, en los bancos de los jardines que lo rodean.
Podemos jugar a adivinar su verdadero color : ¿blanco puro, marfil, grisáceo?.Todo dependerá de la luz del momento.La perspectiva del edificio es inigualable y un respetuoso silencio invade el lugar.
En los talleres de Agra, aún hoy los artesanos utilizan las mismas técnicas de entonces para incrustar piedras preciosas en el mármol y fabrican piezas de extraordinaria belleza. Su arte sigue teniendo el mismo precio de entonces : un mísero salario , eterno como el mausoleo que les inspira.
Espero poder volver algún día... Entonces, me sentaré, me quitaré el reloj y esperaré a la puesta de sol para poder contaros si ese día el Taj Mahal era blanco, marfil o gris.
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